Hubiera sido tan genial si NYC no hubiera diseñado los autobuses más grandes y extendidos de tal manera que solo el primer tercio del autobús permita el paso de un cochecito, y si tienes un niño durmiendo en un cochecito, o bien bloqueas la mitad delantera del autobús o no puedes usar los autobuses en absoluto.

No me gustan los cochecitos probablemente mucho más que a la mayoría de las personas, pero si necesitas ir a algún lugar a media tarde con un niño dormido que pese más de 25 libras, se vuelve mucho más fácil usar un cochecito.