🚨🇺🇸 EL JEFE DE LA MARINA OCULTÓ UN TRASTORNO ALIMENTARIO DURANTE 15 AÑOS… HASTA QUE UN WAFFLE DESCUBRIÓ SU SECRETO Leah Stiles pasó dos décadas en la Marina luchando contra enemigos en el extranjero y una guerra más silenciosa en su propia cabeza. Su arma de elección era un cepillo de dientes, que llevaba en su bolsillo para purgar las comidas antes de que las calorías pudieran "entrar en su sistema". Todo comenzó en su adolescencia, sobrevivió al campo de entrenamiento y la siguió en los portaaviones, todo mientras acumulaba reseñas de desempeño estelares. En 2017, en el USS George H.W. Bush, su suerte se rompió durante un desayuno de waffles en el Chiefs Mess. El marinero de mayor rango del barco le había advertido: "Nada de purgas en mi barco". La observó comer, ella entró en pánico y se metió en el único baño de una sola cabina en el camino a su oficina. Momentos después, el cepillo de dientes - aún resbaladizo con saliva y ácido estomacal - estaba sobre su escritorio. Carrera terminada. Fue evacuada del barco, humillada en el Goat Locker y empujada a recibir tratamiento. En ese momento, se sintió traicionada. Ahora, admite que probablemente le salvó la vida. Pero Stiles dice que el empuje del "ethos de guerrero" de la milicia, con estándares de acondicionamiento físico más duros y poco espacio para matices médicos, es una receta para que más miembros del servicio sufran en silencio en lugar de buscar ayuda. Hoy en día, dirige SEA WAVES, una organización sin fines de lucro para miembros del servicio con trastornos alimentarios, tratando de dar a otros el espacio seguro que nunca tuvo. Porque en la Marina, Stiles aprendió de la manera difícil: a veces, lo que te salva se siente exactamente como hundirse. Fuente: Military, The War Horse