Estoy devastado por la pérdida de la representante del estado de Minnesota, Melissa Hortman, y su esposo, Mark, en un horrible acto de violencia. Nuestras oraciones están con sus hijos y todos los que los amaban, y con el senador estatal John Hoffman y su esposa, Yvette, quienes también fueron atacados. Melissa Hortman fue una destacada servidora pública. Aprobó una legislación que consagró las libertades y aumentó las oportunidades para la gente de Minnesota. Vi su impacto de primera mano cuando estuve con ella en Minnesota y recordaré su compasión, humor y sentido del servicio. Permítanme ser claro: la violencia política no tiene cabida en nuestra nación. Los funcionarios electos deben estar seguros para hacer su trabajo en nombre del pueblo. El odio y la división que dominan nuestro discurso político deben terminar.