Hace 10 años, la comunidad de Ethereum se adentró en el futuro y lo agarró con firmeza. Una idea de ciencia ficción que todos decían que fracasaría, construida para una visión del futuro que parecía inalcanzable. Tomamos ese futuro y lo plantamos en el presente, el comienzo de una máquina infinita que permite a cualquiera, en cualquier lugar, acceder a ese futuro, hacer compromisos con él, escribir código y construir cosas que persistirán en él. Diez años después, hemos ganado algo de confianza. Nuestros pies están sobre fundamentos más sólidos: valores que han perdurado una década, un protocolo resistente, una comunidad y economía global. Deberíamos celebrar lo lejos que hemos llegado y construir sobre nuestro éxito hasta ahora. Pero estar más altos no significa estar quietos. Significa que podemos alcanzar aún más lejos en el futuro. Significa productos y protocolos más ambiciosos, no menos. Significa elevar nuestros estándares de resiliencia, seguridad y dureza para enfrentar los desafíos de ese futuro. Feliz cumpleaños Ethereum. No dejemos que se nos olvide que podemos hacer lo imposible, y nos vemos en el 100.