Hoy es lo único que importa. Cada día me despierto agradecido a Dios por la oportunidad de competir y la posibilidad de dar lo mejor de mí en lo que elija perseguir. Darlo todo no garantiza el éxito. Las probabilidades son escasas, pero es la única oportunidad que tienes. Cualquier cosa menos garantiza el fracaso. No tengo derecho a nada, y cada día tengo que presentarme y ganármelo. Cada pérdida lleva una lección, y cada victoria no garantiza que estarás allí de nuevo. Si te vuelves complaciente, alguien más lo tomará. "En algún lugar, alguien está trabajando más duro, entrenando incansablemente mientras tú no lo haces. Y cuando se encuentren, ellos ganarán." No hay un solo enfoque que te lleve allí. Puedes ser ruidoso o callado, reflexivo o agresivo. Cada estrategia tiene sus méritos. Nadie tiene todas las respuestas. Se trata de confiar en tu propia estrategia y jugar con tus fortalezas, mientras siempre aprendes lo que puedas de los demás. He descubierto que he aprendido más de personas que no esperaba, y aquellos a quienes coloqué en un pedestal rara vez cumplieron con las expectativas. Bloquea el ruido y entiende que no todo se aplicará a ti. Lo que funcionó para alguien más antes puede que no funcione para ti ahora. Nunca confíes en las personas que hablan sobre el futuro en absolutos. Siempre es una señal de alerta. Nadie sabe realmente. Tu oportunidad se reduce a AHORA. ¿Qué está sucediendo AHORA? ¿Qué puedes hacer AHORA? Tu futuro se construirá sobre lo que hagas hoy.
152