Corazón de acero: Ya no aplico ninguna defensa, sino que constantemente aumento mi vitalidad. Cada aumento en mi vitalidad se mantendrá de forma permanente. Incluso si destruyes toda mi armadura, lo que me permite soportar el daño más real, al final mi interior crecerá hasta convertirse en un gigante. Tu daño no vale nada frente a mi poderosa vitalidad. Mi corazón es como el hierro, indestructible.