En el jazz, no hay un guion: tienes que resolver las cosas sobre la marcha. A veces necesitas sentarte y dejar que otros dirijan las cosas; otras veces, lo haces tú mismo. Para hacer lo correcto en el momento adecuado, necesitas escuchar realmente a las personas con las que estás tocando para que puedas entender hacia dónde van. Toda gran colaboración creativa debería sentirse de la misma manera. Combinar tus diferentes habilidades como diferentes instrumentos, improvisar creativamente y, al mismo tiempo, subordinándote a los objetivos del grupo lleva a tocar una gran música juntos. Pero es importante tener en cuenta cuántos colaboradores tocarán bien juntos: un dúo talentoso puede improvisar maravillosamente, al igual que un trío o un cuarteto. Pero reunir a diez músicos y, sin importar cuán talentosos sean, probablemente será demasiado a menos que estén cuidadosamente orquestados. #principleoftheday