TECNOLOGÍA ANTIGUA, MISTERIO MODERNO Mucho antes de Spotify, los incas tenían un sistema de sonido impulsado solo por la física y un poco de agua. Estos "recipientes silbadores" eran intrincadas ollas de cerámica que, cuando el agua se movía entre sus cámaras, podían producir sonidos inquietantemente precisos, desde un grito humano hasta el canto de un pájaro. No fue un feliz accidente. Era un entendimiento sofisticado de la acústica, la dinámica de fluidos y el arte. El hecho de que las culturas antiguas pudieran crear estos instrumentos psicoacústicos para imitar el mundo natural es un poderoso recordatorio de que nuestro orgullo moderno sobre el "progreso" a menudo es solo una elegante capa de pintura. Eran tanto una maravilla de la ingeniería como, muchos creen, una herramienta para rituales chamánicos. Hoy, pagamos por aplicaciones que reproducen ruido blanco. Los incas hacían el suyo con barro y aire. Fuente: @_fluxfeeds