No podían volar, y cuando llegaron las amenazas, no pudieron escapar. Estas leyendas no voladoras alguna vez gobernaron islas y continentes. Hoy en día, son solo ecos en fósiles y cuentos populares. Pero la esperanza sigue viva. Estamos trabajando en la desextinción del dodo y el moa. (1/10)
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