—Se acabó —dijo, con la voz temblorosa por una ansiedad desenfrenada—. Hice una pausa, saboreando el momento, observando sus ojos inyectados en sangre, la burbuja de mocos que se expandía y contraía con cada respiración. "Shhh... Pequeño inversor en criptomonedas, no ha terminado, no hemos hecho más que empezar"