El ejército israelí está introduciendo cubos amarillos en la Franja de Gaza, marcando una nueva frontera que divide el enclave en dos mitades y coloca a más del 54 por ciento de la región bajo plena ocupación israelí. Esta línea impide que los palestinos lleguen a sus hogares en el área bajo ocupación israelí. Cualquiera que intente cruzarlo corre el riesgo de recibir un disparo o una bomba.