A lo que equivalía este proceso de reorganización y rearticulación no era simplemente un nuevo sistema ideológico, sino una inversión completa del contenido teológico y la orientación espiritual de la creencia islámica. De hecho, al utilizar el Islam árabe como estudio de caso, es exactamente este proceso de inversión el que busco revelar como el principio operativo y el resultado final de la transformación postcristiana para todos, una transformación en la que nos convertimos en una versión vampírica, una imagen negativa perfecta, de cómo el mundo premoderno entendía que era el bien y, sin exageración, idéntica a su visión de lo satánico. Enlace al ensayo completo a continuación,