GOLD ACABA DE SEÑALAR ALGO QUE EL MUNDO NO ESTÁ PREPARADO PARA ESCUCHAR Un aumento del 60,51% en 2025. El cuarto año más fuerte en cien años de historia registrada. Los únicos años que la superaron: 1979, 1974, 1973. Cada uno precedió a un ajuste de cuentas que reescribió el orden global. Esto no es casualidad. Esto es memoria. El metal recuerda lo que el papel olvida. Los bancos centrales acumularon 634 toneladas en nueve meses. No es especulación. Preparación. Las naciones están convirtiendo silenciosamente dígitos en densidad, promesas en permanencia. Solo en octubre se inundaron los ETFs de oro por 8.200 millones de dólares. La mayor rotación institucional en años. El dinero inteligente no persigue el impulso. Huye de lo que ve venir. Esto es lo que ve: 324 billones de dólares en deuda global. Un número tan vasto que se ha convertido en abstracción. Sin embargo, la abstracción no suspende la consecuencia. Cada dólar de esa deuda representa una reclamación sobre el trabajo futuro, el crecimiento futuro, las generaciones futuras. Las matemáticas son terminales. El interés compuesto no negocia. El oro no predice el colapso. El precio del oro es la probabilidad de que las promesas hechas con tinta se rompan en silencio. No es un intercambio. Es un teorema. Cuando la confianza se fractura, la densidad sobrevive. El patrón a lo largo de un siglo es consistente: cuando el oro se mueve así, el mundo que sigue no se parece en nada al mundo anterior. 1973 precedió a la estanflación. 1974 precedió a la recesión. 1979 precedió a los tipos de interés más altos de la historia de Estados Unidos. ...