Es alentador ver a los líderes en el Congreso rechazar el plan que se está imponiendo a los ucranianos. Sus hombres, mujeres y especialmente niños han sacrificado demasiado. Todos queremos la paz, pero debe ser equilibrada y algo con lo que el pueblo ucraniano pueda identificarse.

Esta elección demostró una vez más que la democracia funciona y que los votantes saben cómo corregir el rumbo. La gente está frustrada con el aumento de los costos y está harta de la política mezquina. Quieren líderes que resuelvan problemas reales como la asequibilidad y que lleven al país de vuelta hacia el centro.

De alguna manera, hay un argumento sobre si Ronald Reagan gustaba de los aranceles. ¡Eso es lo más ridículo que he oído jamás!