La mitad del mercado piensa que ha terminado. La otra mitad piensa que apenas estamos comenzando. Un lado está completamente metido, convencido de que el movimiento apenas comienza. El otro está congelado en la línea lateral, seguro de que el máximo ya se ha alcanzado. Siempre hay señales contradictorias, e incluso los jugadores inteligentes pueden estar completamente equivocados tanto en marcos de tiempo bajos como altos. El mejor movimiento en estos casos es pensar por ti mismo, cortar el ruido y no dejar que el FOMO te empuje a la operación de otra persona.