Me dijeron que necesitaban un verdadero villano para Marty Supreme. Un jugador de poder rico y sin disculpas en 1952. Casado con Gwyneth Paltrow, interponiéndose en el camino del ascenso de Timothée Chalamet a la gloria del ping pong. Sus palabras, no las mías: “Necesitamos un verdadero idiota... y tú eres el indicado.” Así que me convertí en Milton Rockwell, uno de los hombres más ricos de América, un socialité con jets privados y justo la suficiente arrogancia para hacerlo interesante. Sin escuela de actuación. Sin audiciones. Josh Safdie y Ronnie me entregaron el guion, y lo interpreté. Tomamos el control de Times Square, transformamos el Plaza Hotel y lo llenamos con cientos de extras. Llevaba mi propio Seiko de 1950 y Patek Philippe de 1952. Esta película es ELÉCTRICA. Timothée aporta una energía increíble al papel... Marty Supreme llega a los cines esta Navidad.
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