Resulta que los saltadores de trampolín se centran en controlar la nutrición antes de que el cuerpo se desarrolle completamente, limitando el crecimiento, controlando el peso y minimizando las salpicaduras... Esta es la razón fundamental por la que nuestro deporte de saltos puede alcanzar el campeonato, mientras que otros países con mejores condiciones económicas y una historia de saltos más larga no pueden lograrlo. Esto me recuerda a las pantallas LED humanas de Corea del Norte. Parece que nuestro partido y país, por el honor nacional y por su propia gloria (por supuesto, también incluye el orgullo y los aplausos de un grupo de llamados patriotas), realmente es algo desgarrador. No han considerado a ningún chino como un ser humano. Tener conexión con un país así realmente me hace sentir, de manera sincera, en todo mi ser, de adentro hacia afuera, una náusea fisiológica.