Los regímenes fascistas son como tiburones. La única forma de sobrevivir es seguir nadando. La única natación aquí es el conflicto y subvertir el poder. Más que una cuestión de enriquecimiento, es una cuestión de supervivencia. Cualquier concesión es un combustible para ellos que volverá a ti. Así que no se les debe dar nada. Solo dolor.
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