En los últimos años, Japón ha experimentado un gran aumento de turistas provenientes del extranjero, lo que lamentablemente ha llevado a un aumento del sentimiento negativo hacia los extranjeros, como lo evidencian las elecciones más recientes (Sanseito, un partido cuyo lema era "Japoneses primero", ganó muchos escaños). Como siempre, también es un reflejo de las dificultades económicas: por ejemplo, el precio de los bienes raíces en muchas partes de Tokio casi se ha duplicado en solo unos pocos años debido a los especuladores (tanto japoneses como extranjeros, pero los extranjeros serán en su mayoría culpados, a veces de manera injusta, pero a veces con razones justificadas cuando ni siquiera viven aquí y, sin embargo, muestran una cierta actitud arrogante porque el yen está actualmente débil). Cuando llegué aquí por primera vez, fui recibido con tanta amabilidad y amor por tantas personas japonesas, así que, honestamente, es un poco triste ver cómo la percepción general puede distorsionarse negativamente debido a una minoría de personas maleducadas y/o codiciosas, transaccionales, que luchan por entender por qué se debe respetar la cultura local cuando eres un invitado en otro país. Escribiré a continuación publicaciones adicionales durante los próximos meses/años, pero realmente espero que el Japón que me recibió hace una década no haya desaparecido definitivamente.