Lo bueno de un vuelo nocturno es que puedes presenciar escenas tan asombrosas. A medida que se acerca el amanecer, los colores del cielo comienzan a cambiar desde el lejano horizonte o el borde del mar. Un tono rojo comienza a filtrarse a través de la oscuridad total, y el cielo se transforma gradualmente en un arcoíris de colores. (Mucho más claro y hermoso que la foto de abajo) Cada vez que nos encontramos con la grandeza de la naturaleza, nos damos cuenta de lo pequeños y débiles que realmente somos los humanos. Seamos humildes y humildes de nuevo.
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