Vaya, una brutal mirada entre bastidores a lo que sucedió con Cracker Barrel. Un importante inversor intentó advertirles cuatro veces que lo que estaban haciendo era "una locura". Incluso hizo una presentación de 120 páginas para ilustrar que lo que estaban a punto de hacer sería desastroso. Lo desestimaron como un inversor "activista" porque era conocido como un partidario de Trump. Cuando intentó conseguir reemplazos en la junta para que Cracker Barrel tomara mejores decisiones, los accionistas, liderados por Blackrock y otras grandes firmas, en su lugar votaron por las opciones de la junta "recomendadas" por la empresa. Y así, los ejecutivos de Cracker Barrel que pensaban que sabían más siguieron adelante con el cambio de marca y distanciando a la cadena de su base de clientes principal. Y ahora tenemos los resultados. Una lectura absolutamente fascinante.