El proteccionismo se siente como un escudo, pero se convierte en una jaula. Las naciones que se cierran a sí mismas no solo pierden riqueza, sino también las ideas y la renovación que hacen brillar a las civilizaciones. En contraste, escribe @johanknorberg, “cuando los países se abren al libre intercambio de bienes e ideas, el resultado puede ser una era dorada histórica.” Lee su último artículo en @WSJ:
14,11K