Ya ha llegado el otoño de nuevo, y también es la temporada de regreso a clases. Cada vez que llega este momento, recuerdo aquel otoño de hace dos años. En ese entonces, llevaba trabajando solo tres o cuatro meses y finalmente había ahorrado un poco de capital. Debido a que muchas DApp no funcionaban en el móvil, la empresa comenzó a hacer transmisiones en vivo, así que apreté los dientes y compré mi primera laptop. El ambiente del mercado no era bueno, todos estaban muy confundidos, incluso si Bitcoin podría alcanzar los cuarenta mil dólares era una incógnita. Muchas personas decidieron esperar y ver, pero yo solo podía seguir adelante con todas mis fuerzas. Trabajaba horas extras hasta la medianoche, y al calcular las comisiones del jefe, al mes ganaba entre siete y ocho mil dólares. Pero debido a que gastaba aquí y allá, casi no ahorraba nada. El punto de inflexión llegó cuatro meses después. La oportunidad de los NFTs apareció, y la aproveché. ¡Esa ola me hizo ganar mi primer millón en la vida! En ese momento, apenas había cumplido dieciocho años hace tres meses. A decir verdad, en ese instante sentí que el destino de repente me había dado una llave, abriendo otra puerta. Pero... la buena suerte no duró mucho, aunque de ello aprendí maneras de sobrevivir.