Estuve en Alemania un año en una estación de tren al aire libre en un pequeño pueblo y mi compañero alemán dijo que se sentía humillado porque la estación estaba tan sucia. Miré alrededor tratando de ver la suciedad. Tuvo que señalármelo. Había un COLILLA DE CIGARRILLO en la grava junto a las vías. Eeuuugh. Horripilante, dije, maldiciendo en silencio nunca dejar que este hombre se acerque a una estación de autobuses o trenes americana.