Estaba en la peluquería cuando se rompió la noticia de que Charlie Kirk había sido disparado. Todo el salón, lleno de mujeres, estalló en gritos y lágrimas. La gente está devastada. Estamos viviendo en tiempos peligrosos. Mi oración hoy es una de reprensión contra esta violencia y por protección sobre todos los que hablan la verdad con valentía en la plaza pública.