Los agentes tienen sentido solo cuando queremos exponer servicios que utilizan herramientas internas, datos privados o modelos propietarios. De lo contrario, la IA —siendo el mejor programador— debería generar agentes justo a tiempo, dentro de la conversación. Para herramientas y datos públicos, la mayoría de los agentes aportan poco valor y pronto se volverán obsoletos. Lo que necesitamos en su lugar son registros de herramientas y etiquetas de fuentes de datos —no interminables marcos de agentes. La IA debería ayudarnos a escribir menos código, no exigir más de nosotros.