Los Cryptopunks son diferentes. No estaban tratando de ser arte. Estaban tratando de ser nosotros.
El mundo del arte siempre ha estado marcado por la exclusión. Cuerdas de terciopelo. Guardianes de las galerías. "No lo entenderías." Los mismos 100 coleccionistas intercambiando los mismos 20 artistas mientras le dicen a los demás que no tienen gusto. Se suponía que el software iba a solucionar esto. Y lo está haciendo.
Los Cryptopunks son un poco como el arte pop. No el "arte pop para ricos" de Warhol, sino el arte pop real. Hacen eco de los cómics, las tarjetas de béisbol, ese póster que tenías en la pared de tu dormitorio. 10,000 de ellos. No 1 de 1. No exclusivos. Abundantes.
Cuando veo un punk, pienso "temprano." Pienso "creído." Pienso "uno de nosotros." ¿Ese punk zombi? Eso no es un alarde. Es una bandera y un marcador. Dice: Estuve aquí cuando todos pensaban que estábamos locos.
La verdadera innovación no fue el arte ni el contrato inteligente. Fue el cambio de mentalidad: El arte digital no necesita ser escaso para ser valioso. Necesita ser SIGNIFICATIVO. Necesita crear COMUNIDAD. Necesita ser lo SUFICIENTEMENTE ACCESIBLE para que la cultura pueda formarse a su alrededor.
Por eso los cryptopunks son significativos. Están enseñando al mundo del arte tradicional algo que no puede entender. En la era de Internet, no puedes iniciar un movimiento desde dentro de las galerías. No puedes construir un movimiento cultural con 12 coleccionistas. Cambias la cultura regalando 10,000.
Los Punks son optimistas e inclusivos. No intentan ser profundos o difíciles. No te están guiñando el ojo con referencias históricas del arte que se supone que debes entender. Simplemente están... ahí. Siendo ellos mismos. Invitándote a ser tú mismo también.
Me recuerdan a los primeros días de Internet. Sitios web personales codificados a mano. Firmas de foros que tardaban una eternidad en cargar. Cuando todos estábamos aprendiendo juntos. Antes de que todo se profesionalizara y se optimizara hasta el infinito. Antes de que los algoritmos decidieran lo que debíamos ver. Preservan un tiempo en el que éramos libres de ser nosotros mismos en Internet y en nuestras comunidades.
Internet es nuestro para construir. Todos pueden ser coleccionistas. Así que, brindemos por los JPEGs que cualquiera puede guardar con clic derecho.
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