Esta mañana, una ballena de Bitcoin de alrededor de 2011 se puso en contacto conmigo para ver si quería adquirir 1,500 monedas en una sola transacción de bloque. Pedí un pequeño descuento sobre el precio de mercado actual, pero durante nuestra conversación de 15 minutos logré convencerlo de que no vendiera en absoluto. Problema resuelto.