Hoy, más de 50 palestinos no identificados, cuyos cuerpos fueron entregados recientemente por Israel, se espera que sean enterrados en un cementerio en Deir al-Balah, en el centro de Gaza. Sus familias no pudieron identificarlos debido a la extensa mutilación y desfiguración. Según fuentes médicas, la mayoría de los cuerpos mostraban claros signos de tortura, abuso y ejecución en el campo cuando fueron entregados por las autoridades de ocupación israelíes.