Cuanto más me adentro en el espacio cripto, más claro se vuelve que la mayoría de las altcoins son esencialmente estafas disfrazadas. Se comercializan como "utilidades", pero seamos honestos, una altcoin es lo más parecido a un valor sin ser legalmente llamada así. La verdadera pregunta es: ¿cuál es la utilidad real de estos tokens si los proyectos subyacentes tienen modelos de negocio completamente funcionales que operan perfectamente bien sin ellos? Si la participación en los ingresos está fuera de la mesa debido al riesgo regulatorio, entonces los únicos mecanismos que quedan para recompensar a los holders a largo plazo son las recompras y las quemas de tokens, formas indirectas de devolver valor a aquellos que creen en el proyecto. Porque al final del día, no quiero sentirme como un especulador persiguiendo picos de precios. Quiero sentirme como un inversor, alguien que gana valor por mantener, creer y contribuir a algo que realmente crece con el tiempo.