Quiero un futuro enriquecido por la IA tanto como cualquiera, pero la forma en que algunas de estas empresas están abordando el desarrollo de la AGI es tan dolorosamente imprudente e indiferente al daño social, es como estar atado al asiento de un pasajero de un 747 pilotado por un grupo de chicos adolescentes tratando de superarse unos a otros. Así que firmé esta declaración, no porque no quiera una superinteligencia algún día, sino porque no veo ningún buen resultado que surja de la actual dinámica de solo-yo-debo-ser-el-tipo-que-gana en esta carrera armamentista. Me alegra ver que muchos a lo largo del espectro político y técnico también están de acuerdo.