Se proyecta que el crecimiento en las economías emergentes y en desarrollo (EMDE) será del 4.2% en 2025 y del 4.0% en 2026. La resiliencia que han mostrado recientemente muchas EMDE podría ser puesta a prueba a medida que la alta deuda se vuelva más difícil de gestionar en medio de condiciones externas más desafiantes.