El informe de Rachel Maddow advierte que la administración Trump se está armando en silencio con poderes de vigilancia de grado militar que antes eran utilizados por dictadores—y ahora los está dirigiendo hacia los estadounidenses. Ella explica que Trump revirtió la prohibición de Biden sobre el spyware estilo Pegasus, la misma tecnología que Arabia Saudita utilizó para rastrear y asesinar al periodista Jamal Khashoggi.[1][2] El spyware—ahora contratado a través de Paragon Solutions—puede infiltrarse en teléfonos sin ninguna acción del usuario, activando cámaras y micrófonos, recolectando textos, fotos y datos encriptados de manera invisible. Trump ha otorgado este poder a ICE, que también compró herramientas de PenLink que permiten el rastreo en tiempo real de las ubicaciones de teléfonos móviles sin órdenes judiciales.[1][2] Según Maddow, el director interino de ICE ha dicho que la agencia utilizará estas herramientas para "sondear redes de protesta anti-ICE", otorgando efectivamente al gobierno licencia para espiar a los estadounidenses que ejercen sus derechos de la Primera Enmienda. Los grupos de privacidad advierten que no hay evidencia de que ICE esté buscando órdenes judiciales antes de desplegar el software, que ha sido abusado en el extranjero para atacar a políticos de oposición y activistas de derechos humanos.[1][2] Maddow concluye que Trump está entregando el brazo más agresivo y menos responsable de su administración un poder sin precedentes para espiar a los ciudadanos estadounidenses—un movimiento que ella llama la realización de una pesadilla autoritaria: nuestros propios teléfonos convirtiéndose en armas contra nosotros. [1] Maddow, R. (2025). MSNBC: Trump Reverses Spyware Ban, Hands Pegasus-Style Tools to ICE. [2] Skyline Report (2025). Trump’s Surveillance State: Warrantless Spying, Phone Hacking, and Total Lawlessness.