Porque si uno pierde cosas importantes por miedo al dolor de perderlas, en realidad sufrirá más por no haberlas valorado adecuadamente. Así que cuando las personas obtienen algo importante, también deben aceptar el dolor que vendrá con la separación algún día. Sin embargo... incluso así, es mucho más feliz que no tener nunca algo importante, ¿verdad? Es mejor elegir el lado que puede doler, aunque duela, que no saber qué es la felicidad y llegar al final. Aunque duela al separarse, si hay recuerdos felices que pueden llenar ese vacío, vale la pena.