La presidenta del BCE, Christine Lagarde, calificó al próximo euro digital como un "símbolo de confianza en nuestro destino común", con el objetivo de su lanzamiento para 2029; sin embargo, los críticos advierten que amenaza la privacidad y la descentralización. Los legisladores en Francia y Alemania presionan para prohibir las CBDCs y prefieren Bitcoin en su lugar.