Si Drive (2011) se siente onírico, es en parte porque Los Ángeles que ves en la película ha desaparecido desde entonces. Cuando Ryan Gosling condujo por la ciudad bajo esas cálidas luces de la calle, LA estaba justo al borde de un cambio masivo. Alrededor de 160000 lámparas fueron reemplazadas por LEDs blancos, y para la década de 2020, casi todas esas luces originales habían desaparecido, dejando atrás un paisaje urbano muy diferente.