El rechazo no solo duele... puede reescribir toda tu personalidad. Convertirte en amargado. Cínico. Convencido de que el próximo "no" ya está en camino. El desamor no siempre es romántico. A veces es un proyecto en el que vertiste tu alma durante meses... y el silencio que siguió. Ese tipo de rechazo también deja cicatrices. Este último año me dio más "no's" que el resto de mi vida combinada. Pero he aprendido que la esperanza y el amor son obstinados. Superan cada puerta cerrada. Tienes derecho a ser cambiado por el rechazo. Solo no dejes que sea lo último que te cambie. Ese rechazo podría haber terminado ahorrándote años de desamor.