Después de las festividades, el mayor punto de atención geopolítica es la situación entre Estados Unidos y Venezuela. Esta semana, Estados Unidos ha enviado más aviones de combate al Caribe, incluyendo F35 y aviones de guerra electrónica. Sumado a que anteriormente Trump había expresado que no descartaba llevar a cabo acciones militares contra Venezuela, la situación geopolítica se ha vuelto ligeramente tensa a corto plazo. Algunos análisis sugieren que existe una probabilidad de que las fuerzas armadas estadounidenses realicen un desembarco terrestre y ataques aéreos en Venezuela, lo que también es uno de los factores que ha contribuido al reciente aumento del oro. Trump está decidido a obtener Venezuela, su objetivo principal es reemplazar un régimen títere para acceder a la energía y minerales baratos de Venezuela. Anteriormente, ha ejercido múltiples presiones diplomáticas y militares sin éxito, e incluso intentó negociar con el presidente venezolano Maduro, pero los resultados finales no han sido muy favorables. Esta semana, antes de enviar aviones de combate, Estados Unidos ya había cerrado la ventana de diálogo diplomático con Venezuela, cambiando su postura de negociable a no negociable, aumentando la presión militar y ejerciendo una presión extrema. En comparación, en Venezuela, debido a la presencia de Machado, ya han surgido voces de oposición bastante fuertes contra Maduro, que es precisamente lo que Trump desea. En realidad, las intenciones de Estados Unidos y Trump son muy claras, y Maduro lo sabe, al igual que China y Rusia. Además, es evidente que Trump intenta reducir su alcance geopolítico y no desea abrir un nuevo frente de guerra geopolítica, por lo que la situación entre Estados Unidos y Venezuela se convertirá en un "juego de代理" entre grandes potencias. Hasta el día de hoy, sigo pensando que la probabilidad de que Estados Unidos lleve a cabo acciones militares directas o ataque el territorio venezolano es baja, especialmente con China y Rusia respaldándolos, lo que a su vez aumenta la confianza de Venezuela y Maduro. Para Maduro, el mayor problema es cómo eliminar las voces de oposición internas, especialmente la de Machado, quien es el ganador del Premio Nobel de la Paz de este año.