La historia más lucrativa de nuestra era es la inversión del bien y el mal. Se podría decir que es el arco más común y rentable del siglo XXI. Wicked es el ejemplo simple de esta narrativa: tomar una historia bien conocida que todos recuerdan de la infancia e invertir al héroe y al villano, contando la historia con "empatía" por el villano y una revisión completa del trasfondo. Wicked es el segundo musical más taquillero de todos los tiempos con $1.7 mil millones, justo después del Rey León, que se estrenó seis años antes. Es el musical más taquillero jamás adaptado al cine, ganando $750 millones en taquilla. Pero mira a tu alrededor y verás la wickedificación de cada narrativa. Es una fórmula seductora y poderosa. No hay arco narrativo del que sea más escéptico, principalmente porque es tan fácil de escribir y altamente lucrativo para sus autores.

Muchos de ustedes están señalando que esto no es nuevo, y definitivamente no lo es. La diferencia ahora es cuán lucrativo es, y cuán fácil es repetir la forma cada semana. Antes era muy difícil escribir libros, publicar y crear un cuerpo de trabajo con distribución. Ya no lo es. Puedes tomar cada mito y producir la narrativa contraria una vez a la semana para tu audiencia. Es popular, siempre lo ha sido, porque el mal es seductor, así que se monetiza bien y fomenta la forma. La defensa contra esto es notar el arco narrativo. Notarlo. Y llamarlo por lo que es.