Deja de reflexionar sobre ti mismo, suelta la calidad personal y disfruta de una vida sin escrúpulos. Rechaza el desgaste mental, si hay algo, simplemente enloquece. En lugar de hacerte daño a ti mismo, es mejor dificultar la vida a los demás. Pregúntate menos el porqué y pregúntales más a los demás por qué tienen derecho. Mientras yo no tenga moral, los demás no podrán secuestrarme.