Los coeficientes de Nakamoto no son una buena manera de medir la descentralización. Se pueden jugar fácilmente, y considerar un grupo de minería como una sola entidad en este contexto es muy engañoso. Apoyarse en esta métrica, que no está definida con la suficiente precisión para evitar una interpretación sesgada, pone a Kaspa en línea con proyectos como Nano y Chia, que se apoyan mucho en ella porque esa es la única narrativa que pueden extraer de sus incentivos morbosamente desalineados. Kaspa no necesita ópticas que lo coloquen en la misma rúbrica cuando puede proporcionar justificaciones infinitamente mejores para su superioridad.