La verdadera razón por la que la burbuja de la IA estallará es porque el transhumanismo y el aceleracionismo tecnológico forman un sistema de creencias unificado que es antihumano. En el fondo lo sentimos. Debido a la arrogancia e impaciencia de los aceleracionistas, los efectos adversos de su futuro utópico tecnológico planificado se han acumulado rápidamente y revelan horrores: Las consecuencias ecológicas de los centros de datos; los experimentos invasivos de neurotecnología en humanos; la sustitución del trabajo humano; el robo de arte, música, películas, libros, discursos y mensajes para "raspar"; la imposición de tecnología defectuosa en los sistemas de salud y educación; la construcción de estados de vigilancia de IA y el uso de zonas de guerra para probar la tecnología militar de IA, con el fomento de las guerras con ese fin. Ya vemos la transformación de nuestros países en zonas en las que la tecnología de vigilancia de IA militar se está utilizando para mapear, controlar y someter a civiles. El objetivo de su utopía tecnológica es reemplazar la agencia humana con la planificación algorítmica. Dentro de él, el papel de la acción humana y la vida humana disminuye en consecuencia a medida que se expande el control de los líderes tecnológicos y las máquinas en las que confían con arrogancia. La burbuja de la IA estallará porque sabemos que esta visión del futuro tecnológico va en contra de toda la prosperidad humana y hemos optado por rechazarla. Estallará porque los aceleracionistas llegaron a un callejón sin salida con su tecnología de inteligencia artificial, pero aún con su arrogancia y fe neorreligiosa en su Dios tecnológico hecho por el hombre, siguieron exagerando e inflando la burbuja. Una vez que estalla, debemos hacerlos responsables; mapear y unir todos sus esquemas y exponer el vasto plan que habían creado para reemplazar la libertad humana. Para reemplazar a los humanos.