Una república, no un imperio. Pero, ¿qué significa eso? Para Gran Bretaña, significó declive.

Vemos este sentimiento todo el tiempo en la tecnología. Un Google que siente nostalgia por el garaje. Un gigante global que recuerda con cariño su vientre. Y a la escala de una startup tecnológica, en realidad es posible construir una gran empresa y luego escalar otra desde cero en una sola vida humana. Pero a la escala de un país... es más difícil. Si los EE. UU. fueran tan precipitados como para cerrar su imperio global y regresar al proverbial garaje, eso probablemente significaría un descuento del 99% en los estándares de vida de EE. UU. y el fin del dólar como moneda de reserva. Buscar lo nostálgico resultaría en el caos.