Bajé las escaleras y me encontré con dos gatitos salvajes al borde de la carretera. Cuando me vieron, empezaron a maullar, así que no pude evitar ir a la tienda de conveniencia a comprarles unos salchichones. Justo cuando estaba cortando para darles, uno de los gatos era especialmente agresivo, siempre robando. Yo estaba agachado en el suelo y le decía seriamente: "¡No robes!" 😂 Mientras estaba en eso, una pareja pasó y, riendo, preguntaron: "¿Tú también sueles alimentar a los gatos?" Yo respondí: "Es la primera vez que lo hago a esta hora." La chica sacó directamente dos cajas de plástico, mientras vertía comida para gatos y decía: "Venimos cada dos días, han estado aquí mucho tiempo. Antes había una señora que se mudó, pero no podía dejar de preocuparse, así que cada semana vuelve en coche a alimentarlos." Luego señaló unas cajas no muy lejos: "Eso lo deja un chico que viene todos los días, él deja la comida y se va." Ella también dijo: "Cuando hay tifones, me preocupa mucho, pero el guardia dice que ellos tienen su propia forma de sobrevivir. Verlos a salvo me hace sentir bien. A veces no sé cuánto tiempo podré estar aquí, pero al ver que hay gente que sigue ayudando, siento que es como una herencia." En ese momento, realmente me conmovió. La ciudad es muy grande, pero esta bondad tácita hace que uno se sienta muy bien. 💛