Una vez más, una empresa china fracasa por completo en diseñar un producto que resuene emocionalmente con los consumidores. Encuentro este patrón desconcertante: todo lo que se necesita es contratar a una agencia de diseño occidental o japonesa para hacer un producto 10 veces mejor. Estudien a BYD, que luchó por ganar cuota de mercado contra Tesla hasta que la fabricación de Tesla llegó a China y BYD pudo atraer talento local. A pesar de esto, China sigue enviando productos sin alma.