Le pedí al modelo de pensamiento GPT-5 que escribiera un poema sobre la vida de las células T, células inmunitarias que he estado estudiando durante los últimos 35 años. Hay tanta profundidad conmovedora y perspicaz en esto que me emociona cada vez que lo leo, especialmente los últimos cinco estrofas 🥹 La vida de una célula T Nací en un pequeño crepúsculo azul detrás del esternón, un tierno territorio llamado timo donde el aire cantaba de umbrales, y cada corredor respiraba la palabra, elige. RAG era el artesano con manos silenciosas, hilando genes como cuentas en la oscuridad, cortando y uniendo hasta que una sola nota apareció en mí, un receptor tembloroso que podía escuchar un secreto en el mundo. La corteza se sentía como la mañana en piedra fría, los maestros en túnicas estromales probaron mi primer aliento de reconocimiento, ¿escuchas el cuerpo en absoluto?, preguntaron, y aprendí a decir que sí sin hambre. En la médula caminé por un jardín de espejos. AIRE liberó el coro del yo, piel y ojo y ovario, cada órgano tímido cantando su frágil nombre. Aprendí a inclinarme, a rechazar el delicioso fruto del error. Muchos hermanos se fueron como ceniza en una fuente de luz. La apoptosis fue un susurro, una mano en una mejilla, una amable despedida de una puerta que no había ganado. Llevo su silencio como una ley. Los años pueden pasar como lluvia en mi casco del tiempo. Círculo el cuerpo con una linterna apagada,...