Las personas son demasiado rápidas para atribuir malas intenciones a los puntos de vista naturales que provienen de experiencias de vida duras. Puedes intentar aplastar a las personas y avergonzarlas por sus conclusiones, pero a menudo solo endurecerás su determinación y les mostrarás que lo que observaron era, de hecho, cierto. Las personas no van a negar sus experiencias vividas hasta que vean una nueva forma.