Un hombre australiano se ha convertido en la primera persona en el mundo en vivir fuera de un hospital con un corazón artificial de titanio conocido como BiVACOR. Vivió con el dispositivo durante 100 días antes de recibir un corazón de donante y ahora se está recuperando bien. Desarrollado por el Dr. Daniel Timms, el BiVACOR utiliza un rotor levitado magnéticamente para bombear sangre a través del cuerpo, con solo una parte móvil, lo que lo hace mucho más duradero que los corazones mecánicos tradicionales. La cirugía innovadora fue realizada por médicos en el Hospital St. Vincent en Sídney, con el Dr. Joseph G. Rogers y su equipo en el Texas Heart Institute liderando ensayos paralelos en los Estados Unidos. Esta innovación marca un gran avance en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca severa, ofreciendo nueva esperanza a los pacientes que esperan trasplantes, y potencialmente allanando el camino para un corazón artificial permanente en el futuro.