Las empresas que venden el sueño de los robots humanoides autónomos para el hogar hoy en día estarían mejor si abrazaran la realidad y vendieran "ayuda doméstica operada a distancia". Tendrían equipos de empleados operándolos 24/7, con la opción de reducir su carga de trabajo a medida que los comportamientos autónomos se vuelvan viables. Eso sería genuinamente valioso para algunas personas, aunque probablemente seguiría siendo un pozo de dinero incluso con mano de obra de bajo costo. Sería la forma ética de recopilar los datos de entrenamiento deseados.