Muchos de estos casos en círculos de élite, lamento decírtelo. Servir en juntas directivas de instituciones culturales, ir a galas, asistir a los mismos eventos con las mismas personas una y otra vez significa que la mayoría de las personas ricas experimentan la socialización como una tarea sin alegría. Incluso en la mayoría de los eventos, son los mismos servicios de catering, la misma música, las mismas caras, los mismos temas de discusión.

Este aburrimiento social repetitivo es exactamente el problema que Epstein parece haber explotado con éxito. Con solo hacer que las reuniones fueran un poco más mixtas e interesantes, coleccionaba a los ricos como canicas